La terapia grupal involucra a uno o más terapeutas que dirigen un grupo de alrededor de cinco a 15 personas. Los grupos generalmente se reúnen durante una o dos horas a la semana o dos veces al mes. Algunas personas participan en terapia individual, además de grupos, mientras que otras participan solo en grupos.

Tener la oportunidad de hablar y escuchar a los demás te ayuda a poner tus propios problemas en otra perspectiva. Puede sentir que es el único que experimenta cierto sufrimiento y puede ser un alivio escuchar a otros hablar sobre lo que están pasando y darse cuenta de que no está solo. La diversidad es otro beneficio de la terapia grupal. Las personas tienen diferentes personalidades, historias de vida, experiencias y miran las situaciones de diferentes maneras. Al ver cómo otras personas lidian con sus problemas y hacen cambios positivos, puede descubrir una amplia gama de herramientas y estrategias para abordar sus propias preocupaciones.

La confidencialidad es una parte importante de las reglas básicas para la terapia grupal. 

Los grupos funcionan mejor cuando hay una comunicación abierta y honesta entre los miembros y la idea es sentir que puedes confiar y compartir todo lo que quieres y necesitas.